domingo, 27 de noviembre de 2011

Fernando Urquijo (subo todo de golpe ;) )

 Soneto 1

Marchamos a tientas con pasos idos,
Con dedos de fría escarcha y austeros
Esperando siempre al siempre certero,
Mientras algo llora como un niño.

Me amedrenta los afilados siglos
De titubeo melódico de eros,
La espada de Damocles en el cielo,
Y nuestra mirada la fe del hilo.

Saldrá un alba a tibiarnos los labios,
Besaremos sonrojadas mejillas,
Esperanza blanca, clavel de alegría.

Nos rozaremos para tiznar el miedo,
Hacer que muera un poco de celos
Y sea manso y vea que está enfermo

 Aliteración 1
Repicotea rabioso rugido,
Roído rigurosamente rápido:
Repentino, reparador y raudo.
Resistente relamido ruidoso,
Ruboriza raíles rebullidos
Revienta rara recta :
Res, rolliza renta.
Resta rielar rezos:
Refugiados ronroneos.

...
No sé su destino,
No hay señal
Para las señales.
Temo afiladas rocas
Que el mar arropa.
Si soy de tierra
En tierra me encuentro.

...

Desengaño

La llamaron desde megafonía,
Su nombre, olvidado sin canción,
La requerían una vez más
A Esta vida sin cansancio.
El pasillo, eterno, la cola
De cientos de entrevistados,
Le dicen que salga de la fila,
La esperan en otro despacho.
Desconcertada, ella, camina,
Y le dan un sobre de ebanistería,
Con un sello extraño y un lazo,
Ella lo abre, sufre, le tiembla la mano:
“lo siento, morí entre tus brazos,
Sólo queda el fósil y un fusil de asalto,
Uno como testigo, el otro para matarlo,
Uno para recordarte, el otro por si acaso”

...

Envejecemos los dos,
Envejecemos por instantes;
Cuando mi mano sea seca
Cubierta de piel arrogante
Por estrías surcadas antes…
Sólo queda, si queda
Dos, y dos no más,
Dos semblantes
Despojados, los dos
De cielo e infierno,
De dudas insaciables,
De éste jardín y cárcel:
Que son barrotes de hueso
Y florida y rupestre carne.  

...
La base cementada de mis pies
a la cual me encarcela,
ya no en mi cuerpo, ya no en seso:
aguardo la quietud del peso
del sentido de sentir la candela.
Luces de sombras y pesadumbres
que me dirigen a mi serna
de la sombra que habito
de las incertidumbres de la espera

...

Si la palabra estriba y pierde su fondo
Tras unas formas en pos del gozo,
Entonces, me quitaría la lengua
Y todo su melancólico despojo.
¡qué triste es no decir nada
cuando antes era decir todo!

Si ahuecan las silabas
Y se erosionan sus cimientos
Por termitas de la vida
Que devoran a sus nietos:
Todas sus familias,
Todos sus secretos,
Carcomidos sin halos
De existencia de peso.
Entonces haré mía
Toda su norma y su cuerpo,
Para hacer campos de cultivo
Dorados al sol y mecidos
Del viento de los hombres
Que llevo bien adentro.


 Fernando Urquijo

No hay comentarios:

Publicar un comentario