miércoles, 30 de noviembre de 2011

Poesía procesual 1: PLURIEMPLEO VITAL.

(sobre los momentos anteriores a la escritura)



Ser poeta es demasiado difícil;
tienes que estar todo el día
desacelerando partículas en el papel,
siendo ingeniero naval de barcos naufragadores,
ingeniero aéreo imitador de Ícaro,
ingeniero de montes por escalar,
ingeniero de caminos imaginarios,
cocinero de esdrújulas,
artesano de la retórica,
artista del margen,
oftalmólogo del cerebro,
urólogo de las ideas,
otorrinolaringólogo del público,
cirujano de intuiciones,
veterinario de sentimientos,
medidor de océanos de un dedo de profundidad,
logopeda de sí mismo,
diccionario andante,
barrendero de tachones,
inventor de guerras personales,
detective privado de saliva femenina,
crítico especializado en pintauñas y lencería,
arquitecto de piernas cruzadas,
experto en poner cara de interesante,
observador de esquinas y tuberías rotas,
recolector de pelusas,
abogado de musas inexistentes,
secuestrador de sensaciones,
parado en crisis.

Después de esta jornada laboral…
¿Cómo demonios vas a tener fuerzas
para levantar el bolígrafo?
Ser poeta es demasiado difícil,
dejé de escribir a los 8 años…



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