miércoles, 9 de noviembre de 2011

No estoy

No estoy



Primero es necesario
olvidar tu vida de caballo percherón:
me levanto del ordenador
y me refugio para escribir en la mesa de la cocina,
en compañía de tazas, vasos y algún cazo.
Mientras ellos secan bocabajo en el escurridor
huyo del papel por pequeños senderos
donde es posible vivir distraída,
como bien sabe esa fila de cacharros
que espera, en alegre desorden de tamaños,
el próximo proyecto de comida.


                       

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